El Martes Santo, uno de los días grandes de la Semana Santa de Montilla, se vivió ayer en tres templos que, de algún modo, marcaron los puntos cardinales para los cofrades, fieles y devotos de la localidad que quisieron arropar a las hermandades que, por segundo año consecutivo, no pudieron celebrar su estación de penitencia como consecuencia de la pandemia de la covid-19.
En la barriada de El Gran Capitán, la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción abrió sus puertas a las 10.00 de la mañana y hasta las 14.00 de la tarde para rendir culto a los sagrados titulares de la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas, la única cofradía de la localidad que rememora el misterio de la Transubstanciación, por el cual Jesucristo se hace presente en el pan y el vino consagrados.
La veneración se reanudó posteriormente a las 18.00 de la tarde y se prolongó hasta las 22.00 de la noche, celebrándose una solemne función de estación de penitencia a las 20.30 de la tarde reservada exclusivamente para los hermanos de la cofradía, fundada en 1956 por un grupo de personas relacionadas con las bodegas, las vides y el vino.
En el caso de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y María Santísima de la Caridad en sus Tristezas, la Parroquia de San Francisco Solano abrió sus puertas a las 10.30 de la mañana, donde se llevó a cabo una ofrenda floral y el rezo del Ángelus ante la titular mariana, obra del artista cordobés Miguel Arjona Navarro.
Ya por la tarde, y tras el rezo del Santo Vía Crucis, se celebró una misa de hermanos presidida por el consiliario de la cofradía, Ángel Lara, que contó con la participación de la pianista montillana Blanca Lucena y de la soprano Inmaculada Almeda. La parroquia, casa natal de San Francisco Solano, se mantuvo abierta hasta las 21.45 de la noche.
Por último, la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, la más antigua de la ciudad, cuyas primeras referencias históricas datan de la primera mitad del siglo XVI, celebró a última hora de la tarde, en la Parroquia de Santiago Apóstol, la tradicional Exaltación de las Siete Palabras, un acto que conmemora los siete testamentos públicos que Cristo manifestó pendiente de la cruz y que la hermandad recuperó en 2003, después de varias décadas sin celebrarse.
La directora de la Biblioteca y del Museo Diocesano de Córdoba, María José Muñoz, se convirtió ayer en la primera mujer en compartir su personal interpretación sobre el testamento de vida que Jesús legó a sus seguidores desde el monte Calvario. Además, como coordinadora del Año Jubilar de San Juan de Ávila, la exaltadora de las Siete Palabras ensalzó la figura del Maestro de Santos, proclamado Doctor de la Iglesia el 7 de octubre de 2012 por el Papa Benedicto XVI.
En la barriada de El Gran Capitán, la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción abrió sus puertas a las 10.00 de la mañana y hasta las 14.00 de la tarde para rendir culto a los sagrados titulares de la Hermandad del Señor en la Santa Cena, María Santísima de la Estrella y Nuestra Señora de las Viñas, la única cofradía de la localidad que rememora el misterio de la Transubstanciación, por el cual Jesucristo se hace presente en el pan y el vino consagrados.
La veneración se reanudó posteriormente a las 18.00 de la tarde y se prolongó hasta las 22.00 de la noche, celebrándose una solemne función de estación de penitencia a las 20.30 de la tarde reservada exclusivamente para los hermanos de la cofradía, fundada en 1956 por un grupo de personas relacionadas con las bodegas, las vides y el vino.
En el caso de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y María Santísima de la Caridad en sus Tristezas, la Parroquia de San Francisco Solano abrió sus puertas a las 10.30 de la mañana, donde se llevó a cabo una ofrenda floral y el rezo del Ángelus ante la titular mariana, obra del artista cordobés Miguel Arjona Navarro.
Ya por la tarde, y tras el rezo del Santo Vía Crucis, se celebró una misa de hermanos presidida por el consiliario de la cofradía, Ángel Lara, que contó con la participación de la pianista montillana Blanca Lucena y de la soprano Inmaculada Almeda. La parroquia, casa natal de San Francisco Solano, se mantuvo abierta hasta las 21.45 de la noche.
Por último, la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, la más antigua de la ciudad, cuyas primeras referencias históricas datan de la primera mitad del siglo XVI, celebró a última hora de la tarde, en la Parroquia de Santiago Apóstol, la tradicional Exaltación de las Siete Palabras, un acto que conmemora los siete testamentos públicos que Cristo manifestó pendiente de la cruz y que la hermandad recuperó en 2003, después de varias décadas sin celebrarse.
La directora de la Biblioteca y del Museo Diocesano de Córdoba, María José Muñoz, se convirtió ayer en la primera mujer en compartir su personal interpretación sobre el testamento de vida que Jesús legó a sus seguidores desde el monte Calvario. Además, como coordinadora del Año Jubilar de San Juan de Ávila, la exaltadora de las Siete Palabras ensalzó la figura del Maestro de Santos, proclamado Doctor de la Iglesia el 7 de octubre de 2012 por el Papa Benedicto XVI.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR

















































