La incorporación de nuevos concejales al equipo de gobierno durante los últimos meses provocada por la salida de los ediles Aurora Barbero y Emilio Polonio, sumado a la renuncia de sus delegaciones por parte de la concejala Alicia Galisteo por motivos laborales, ha obligado al alcalde de Montilla, Rafael Llamas, a realizar una reestructuración de su equipo de gobierno.
Precisamente, la última concejala en incorporarse al Grupo Municipal Socialista, Lola Gil, centra uno de los mayores cambios puestos en marcha por Rafael Llamas, que sitúa a la edil al frente de Educación, Igualdad, Cooperación y Memoria Democrática.
De esta forma, Gil vuelve a asumir parte de las delegaciones que dirigió entre 2007 y 2011 cuando, además de portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Pleno de la Corporación, fue concejala de Cultura, Educación, Igualdad y Patrimonio Histórico durante el mandato de Rosa Lucía Polonio. Ahora, volverá a hacerse cargo de esta delegación que, por primera vez, lleva las políticas memorialistas en el rótulo.
Fruto de este cambio, el hasta ahora concejal de Educación, Valeriano Rosales, continuará al frente de Participación Ciudadana y Consumo, si bien asumirá las competencias de Juventud e Infancia, concejalía que durante este mandato ha estado liderada por Alicia Galisteo –junto a Mujer y Cooperación–, quien mantiene su acta como concejal de la Corporación, aunque sin delegación.
Para Rafael Llamas, la nueva estructura del Gobierno municipal mantiene “su compromiso con la estrategia y objetivos marcados al principio del mandato municipal” para dar respuesta “a las necesidades y los retos que tiene por delante Montilla”, enunciados muchos de ellos en “un ilusionante proyecto como es el plan #Remontamos, que guiará la acción de gobierno en el Ayuntamiento de Montilla en los próximos meses”.
Precisamente, la última concejala en incorporarse al Grupo Municipal Socialista, Lola Gil, centra uno de los mayores cambios puestos en marcha por Rafael Llamas, que sitúa a la edil al frente de Educación, Igualdad, Cooperación y Memoria Democrática.
De esta forma, Gil vuelve a asumir parte de las delegaciones que dirigió entre 2007 y 2011 cuando, además de portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Pleno de la Corporación, fue concejala de Cultura, Educación, Igualdad y Patrimonio Histórico durante el mandato de Rosa Lucía Polonio. Ahora, volverá a hacerse cargo de esta delegación que, por primera vez, lleva las políticas memorialistas en el rótulo.
Fruto de este cambio, el hasta ahora concejal de Educación, Valeriano Rosales, continuará al frente de Participación Ciudadana y Consumo, si bien asumirá las competencias de Juventud e Infancia, concejalía que durante este mandato ha estado liderada por Alicia Galisteo –junto a Mujer y Cooperación–, quien mantiene su acta como concejal de la Corporación, aunque sin delegación.
Por último, el decreto recoge también la supresión de la Concejalía de Servicios Públicos, que pasa a integrarse en la estructura de competencias en el Área de Infraestructuras, Urbanismo y Medio Ambiente, que dirige Raquel Casado. Un cambio que viene a oficializar la modificación realizada a finales de 2019 con la renuncia de su acta de concejal por parte de Emilio Polinio por "incompatibilidad para conciliar su vida laboral y personal con sus responsabilidades como edil", y cuya área pasó a ser gestionada por Casado.
Para Rafael Llamas, la nueva estructura del Gobierno municipal mantiene “su compromiso con la estrategia y objetivos marcados al principio del mandato municipal” para dar respuesta “a las necesidades y los retos que tiene por delante Montilla”, enunciados muchos de ellos en “un ilusionante proyecto como es el plan #Remontamos, que guiará la acción de gobierno en el Ayuntamiento de Montilla en los próximos meses”.
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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