El castillo de Montilla acogerá mañana, a partir de las 19.30 de la tarde, la presentación de los últimos manuscritos de El Gran Capitán que ha adquirido el Ayuntamiento de Montilla. El acto, que correrá a cargo de Enrique Soria, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Córdoba (UCO), permitirá conocer una serie de documentos centrados en los últimos años que Gonzalo Fernández de Córdoba pasó en la localidad granadina de Loja, hasta su fallecimiento en 1515.
“Se trata de unos documentos muy importantes, ya que vienen a completar el patrimonio histórico del Ayuntamiento”, resaltó ayer la teniente de alcalde del Área Sociocultural, Conchi Espejo, quien invitó a todos los montillanos a asistir a la ponencia que ofrecerá el profesor Soria, “una autoridad para contextualizar de forma correcta estos documentos”, en palabras de José Antonio Cerezo, director de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque.
Además de más de una treintena de cartas con la firma de Gonzalo Fernández de Córdoba, dos de ellas escritas de puño y letra por el insigne militar montillano, el legajo adquirido por el Ayuntamiento por una cantidad cercana a los 60.000 euros contiene hasta 136 documentos de los años 1512 a 1542, algunos de ellos rubricados por la esposa de El Gran Capitán, María Manrique e, incluso, por el emperador Carlos V.
El bibliófilo montillano Manuel Ruiz Luque, Medalla de Andalucía en 2001, hizo hincapié ayer en la importancia de estos "documentos extraordinarios" sobre el Gran Capitán, “un montillano sobre el que se han escrito cientos de libros pero que, al final de su vida, en Loja, pasó por dificultades económicas y tuvo que hacer malabares para poder vivir".
Según Ruiz Luque, que ha formado parte del comité técnico que ha asesorado al Ayuntamiento de Montilla durante el proceso de adquisición del material, las cartas revelan la vida que el que fuera virrey de Nápoles llevaba en los momentos postreros de su vida. "Justamente de esa época apenas teníamos documentación más allá de la bibliografía editada, de modo que ahora podemos contar con unos manuscritos de extraordinario valor”, resaltó.
En similares términos se manifestó José Antonio Cerezo, quien añadió que estos documentos incorporan la firma autógrafa de El Gran Capitán, “una de las pocas que nos faltaban de personajes ilustres de Montilla, entre los que se encuentran el Inca Garcilaso, Miguel de Cervantes o San Juan de Ávila”.
El historiador granadino José Enrique Ruiz-Domènec, uno de los mayores especialistas en El Gran Capitán, reconoció hace unos meses que el material que se presentará mañana en el castillo corresponde a un periodo poco conocido de la vida del militar montillano y, por consiguiente, podría tener un gran interés para iluminar algunos aspectos de su estancia en la localidad granadina de Loja y del papel que tuvo en su administración.
"Hay documentos posteriores a la muerte de El Gran Capitán, que recogen los préstamos que pidió su esposa o las joyas que empeñó para mantener su tren de vida, ya que, a pesar de las propiedades, tenía poca liquidez", resaltó ayer el director de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, quien hizo hincapié en que todos estos documentos podrán ser estudiados a partir de ahora por los investigadores que frecuentan la sede de la entidad, en la planta alta de la Casa de las Aguas.
“Se trata de unos documentos muy importantes, ya que vienen a completar el patrimonio histórico del Ayuntamiento”, resaltó ayer la teniente de alcalde del Área Sociocultural, Conchi Espejo, quien invitó a todos los montillanos a asistir a la ponencia que ofrecerá el profesor Soria, “una autoridad para contextualizar de forma correcta estos documentos”, en palabras de José Antonio Cerezo, director de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque.
Además de más de una treintena de cartas con la firma de Gonzalo Fernández de Córdoba, dos de ellas escritas de puño y letra por el insigne militar montillano, el legajo adquirido por el Ayuntamiento por una cantidad cercana a los 60.000 euros contiene hasta 136 documentos de los años 1512 a 1542, algunos de ellos rubricados por la esposa de El Gran Capitán, María Manrique e, incluso, por el emperador Carlos V.
El bibliófilo montillano Manuel Ruiz Luque, Medalla de Andalucía en 2001, hizo hincapié ayer en la importancia de estos "documentos extraordinarios" sobre el Gran Capitán, “un montillano sobre el que se han escrito cientos de libros pero que, al final de su vida, en Loja, pasó por dificultades económicas y tuvo que hacer malabares para poder vivir".
Según Ruiz Luque, que ha formado parte del comité técnico que ha asesorado al Ayuntamiento de Montilla durante el proceso de adquisición del material, las cartas revelan la vida que el que fuera virrey de Nápoles llevaba en los momentos postreros de su vida. "Justamente de esa época apenas teníamos documentación más allá de la bibliografía editada, de modo que ahora podemos contar con unos manuscritos de extraordinario valor”, resaltó.
En similares términos se manifestó José Antonio Cerezo, quien añadió que estos documentos incorporan la firma autógrafa de El Gran Capitán, “una de las pocas que nos faltaban de personajes ilustres de Montilla, entre los que se encuentran el Inca Garcilaso, Miguel de Cervantes o San Juan de Ávila”.
El historiador granadino José Enrique Ruiz-Domènec, uno de los mayores especialistas en El Gran Capitán, reconoció hace unos meses que el material que se presentará mañana en el castillo corresponde a un periodo poco conocido de la vida del militar montillano y, por consiguiente, podría tener un gran interés para iluminar algunos aspectos de su estancia en la localidad granadina de Loja y del papel que tuvo en su administración.
"Hay documentos posteriores a la muerte de El Gran Capitán, que recogen los préstamos que pidió su esposa o las joyas que empeñó para mantener su tren de vida, ya que, a pesar de las propiedades, tenía poca liquidez", resaltó ayer el director de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, quien hizo hincapié en que todos estos documentos podrán ser estudiados a partir de ahora por los investigadores que frecuentan la sede de la entidad, en la planta alta de la Casa de las Aguas.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
