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La Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz vuelve a elegir como hermano mayor a Miguel Navarro Márquez

El veterinario montillano Miguel Navarro Márquez continuará al frente de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz y Devota Hermandad del Santo Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro, Madre de Dios y Señora Nuestra. Así lo acordó este fin de semana la corporación del Martes Santo, que celebró su cabildo extraordinario de elecciones en el que resultó elegida la candidatura encabezada por Miguel Navarro Márquez y formada por Antonio Prieto Velasco como vicehermano mayor; María José Priego López como secretaria; y Francisco Arce Raya como tesorero.



La Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz pasa por ser la hermandad más antigua de la localidad, cuyos orígenes se remontan a los primeros lustros del siglo XVI. Al hecho de ser la cofradía matriz de la Semana Santa montillana, la Hermandad de la Vera Cruz lleva bien a gala la importancia histórica de su patrimonio artístico y cultural.

No en vano, en septiembre de 1576, el montillano Andrés de Mesa, regidor de la villa de Montilla y mayordomo de la cofradía de los Caballeros Cuantiosos de Santiago, donó la imagen del Sagrado Crucificado de Indias, procedente del norte del Virreinato de Nueva España.

Casado con una descendiente del conquistador de México, Hernán Cortés, Andrés de Mesa legó en su testamento como última voluntad sesenta ducados para financiar las obras de la ermita de la Vera Cruz, ubicada en la actual Cuesta del Silencio.

El templo, construido sobre una planta de tres naves, se vio sorprendido por la invasión francesa en 1809 y las tropas invasoras lo tomaron como cuartel durante su estancia en la ciudad, siendo finalmente expoliado. En 1816, el Ayuntamiento y la parroquia de Santiago decidieron edificar un cementerio para la ciudad en el llano de la Vera Cruz, derribándose así la ermita, que llevaba varios años en estado de abandono.

De igual modo, la cofradía radicada en la Parroquia de Santiago Apóstol decidió recuperar una advocación íntimamente ligada al lugar en el que recibió sus aguas bautismales uno de los más grandes militares de la historia: El Gran Capitán.

“La advocación del Socorro fue introducida y difundida en España por las huestes de Gonzalo Fernández de Córdoba, quien la trajo desde los reinos de Nápoles y Sicilia en los primeros años del siglo XVI”, explicó el investigador Antonio Luis Jiménez, uno de los refundadores de la cofradía, quien destacó que “los primeros manuscritos de los archivos locales ratifican que la devoción a la Madre de Dios del Socorro surge en Montilla hacia 1510”.

La talla, realizada por el artista cordobés Antonio Bernal, fue apadrinada por los condes de Prado Castellano en una ceremonia concelebrada en la que también intervinieron el canónigo de la catedral, Antonio León –fallecido a finales de 2009– y el entonces consiliario de la Hermandad, Miguel Varona –trasladado posteriormente a la cordobesa Parroquia de San Pelagio, enclavada en el Parque Cruz Conde–.

La Señora del Socorro celebró estación de penitencia por vez primera en la noche del 11 de abril de 2006, Martes Santo, acompañando al Santo Cristo de Zacatecas, una imagen llegada a Montilla en 1576 procedente de Nuevo México y construida con una mezcla de fibras vegetales de caña de maíz y encolados.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO


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