La Mancomunidad de Municipios Campiña Sur Cordobesa celebrará el próximo martes un homenaje a personas y colectivos de la comarca que, a través de sus trabajos, proyectos o iniciativas, trabajan por la igualdad de derechos y oportunidades. La artista montillana Isabel Márquez, conocida como Sula, será una de las homenajeadas en un acto que, además, contará con la participación del Club de Salto de Comba de Montilla.
La Mancomunidad, a propuesta del Ayuntamiento de Montilla, reconocerá la labor de Sula por "ser prototipo de mujer valiente, arriesgada y entregada a sus convicciones de ciudadana del mundo" en su faceta como artista y educadora, pero también a lo largo de su vida personal.
De espíritu aventurero, Isabel Márquez dejó su vida en Montilla para establecerse en el sur de Inglaterra, donde puso en marcha un colegio guardería siguiendo la filosofía y método Montessori, lo que le permitió viajar por todo el mundo. Precisamente, fue tras una visita a San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, cuando la montillana tomó el nombre artístico de Sula, en homenaje a una ciudad que la cautivó.
Aquellos viajes como miembro del Consejo Internacional del Sistema Montessori serían solo un pequeño capítulo del extenso cuaderno de vivencias que atesora la artista montillana, tras dar la vuelta al mundo en varias ocasiones y que le han servido, como reconoce, de inspiración para sus obras.
Su experiencia vital única y una carrera de éxito como artista, con la que ha obtenido el reconocimiento del público, no solo le han valido el reconocimiento por parte de la Mancomunidad Campiña Sur, sino que también sirvieron de argumento para ser considerada como una de las mujeres montillanas de referencia por parte del Ayuntamiento.
Más de cuatro décadas en Inglaterra
Tras su infancia en Montilla, Isabel Márquez puso rumbo al sur de Inglaterra, donde se formó como ceramista, obteniendo pronto el reconocimiento del público. No en vano, a lo largo de su intensa carrera, Sula ha participado en exposiciones individuales y colectivas en Reino Unido y España, destacando sus muestras en la Librería Central o en Punshon Center de Bournemouth.
De sus cuarenta años en Inglaterra conserva, aparte de algún deje dialéctico, esa elegante hospitalidad británica que hace que cualquier desconocido se sienta como un familiar más a su lado. Y de sus viajes por todo el mundo, Sula atesora innumerables vivencias que darían para escribir cuatro o cinco novelas de aventuras.
Y es que Isabel Márquez ha dado varias veces la vuelta al mundo, recorriendo países como Nueva Zelanda, Indonesia, Guatemala o Tobago. "Para mí, el archipiélago de Micronesia, entre Japón y Hawai, es el mejor sitio para la práctica del submarinismo, ya que en cada una de las islas puedes hacer cosas distintas", reconoce la artista montillana, que ha tenido el privilegio de fotografiar en el atolón de Truk los barcos japoneses que fueron hundidos durante la Segunda Guerra Mundial o de admirar la majestuosidad de las mantas gigantes que parecen sobrevolar los fondos marinos de Yap, una de las Islas Carolinas del océano Pacífico.
No obstante, la artista reconoce que fue en la onubense Isla Canela donde se desarrolló su afición por la fotografía. “Sólo hay que observar la maravilla del paisaje y la multitud de objetos que hay en las playas susceptibles de ser captados en una imagen”, comenta Isabel Márquez, quien tampoco oculta su pasión por Montilla, ciudad que disfruta a diario gracias a esas privilegiadas vistas desde su luminosa casa de El Cuadrado. "La vida está para vivirla ¿o no?", sentencia sin ocultar una franca sonrisa en su rostro.
La Mancomunidad, a propuesta del Ayuntamiento de Montilla, reconocerá la labor de Sula por "ser prototipo de mujer valiente, arriesgada y entregada a sus convicciones de ciudadana del mundo" en su faceta como artista y educadora, pero también a lo largo de su vida personal.
De espíritu aventurero, Isabel Márquez dejó su vida en Montilla para establecerse en el sur de Inglaterra, donde puso en marcha un colegio guardería siguiendo la filosofía y método Montessori, lo que le permitió viajar por todo el mundo. Precisamente, fue tras una visita a San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, cuando la montillana tomó el nombre artístico de Sula, en homenaje a una ciudad que la cautivó.
Aquellos viajes como miembro del Consejo Internacional del Sistema Montessori serían solo un pequeño capítulo del extenso cuaderno de vivencias que atesora la artista montillana, tras dar la vuelta al mundo en varias ocasiones y que le han servido, como reconoce, de inspiración para sus obras.
Su experiencia vital única y una carrera de éxito como artista, con la que ha obtenido el reconocimiento del público, no solo le han valido el reconocimiento por parte de la Mancomunidad Campiña Sur, sino que también sirvieron de argumento para ser considerada como una de las mujeres montillanas de referencia por parte del Ayuntamiento.
Más de cuatro décadas en Inglaterra
Tras su infancia en Montilla, Isabel Márquez puso rumbo al sur de Inglaterra, donde se formó como ceramista, obteniendo pronto el reconocimiento del público. No en vano, a lo largo de su intensa carrera, Sula ha participado en exposiciones individuales y colectivas en Reino Unido y España, destacando sus muestras en la Librería Central o en Punshon Center de Bournemouth.
De sus cuarenta años en Inglaterra conserva, aparte de algún deje dialéctico, esa elegante hospitalidad británica que hace que cualquier desconocido se sienta como un familiar más a su lado. Y de sus viajes por todo el mundo, Sula atesora innumerables vivencias que darían para escribir cuatro o cinco novelas de aventuras.
Y es que Isabel Márquez ha dado varias veces la vuelta al mundo, recorriendo países como Nueva Zelanda, Indonesia, Guatemala o Tobago. "Para mí, el archipiélago de Micronesia, entre Japón y Hawai, es el mejor sitio para la práctica del submarinismo, ya que en cada una de las islas puedes hacer cosas distintas", reconoce la artista montillana, que ha tenido el privilegio de fotografiar en el atolón de Truk los barcos japoneses que fueron hundidos durante la Segunda Guerra Mundial o de admirar la majestuosidad de las mantas gigantes que parecen sobrevolar los fondos marinos de Yap, una de las Islas Carolinas del océano Pacífico.
No obstante, la artista reconoce que fue en la onubense Isla Canela donde se desarrolló su afición por la fotografía. “Sólo hay que observar la maravilla del paisaje y la multitud de objetos que hay en las playas susceptibles de ser captados en una imagen”, comenta Isabel Márquez, quien tampoco oculta su pasión por Montilla, ciudad que disfruta a diario gracias a esas privilegiadas vistas desde su luminosa casa de El Cuadrado. "La vida está para vivirla ¿o no?", sentencia sin ocultar una franca sonrisa en su rostro.
I. TÉLLEZ / J.P. BELLIDO
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
