Cuando el sol hace brotar las gitanillas, las calles del barrio de La Cruz rebosan de montillanos atraídos por ese estallido de luz, color y alegría que inunda una de las zonas más entrañables de la localidad. El tiempo parece detenerse en esas añejas calles, que siguen siendo adornadas con unas banderitas multicolor que cumplen la agradecida función de toldo veraniego.
Calles angostas, atestadas de macetas primorosamente cuidadas, que en la mañana de ayer vieron pasar el tradicional desfile de cruces. Un pacífico ejército de niños, que al inveterado grito de “Viva la Cruz de Mayo, San Felipe y Santiago”, partieron en procesión desde el patio del Colegio Salesiano, para concluir en el Llanete de la Cruz, ese “kilómetro cero” de esta fiesta de la primavera montillana.
Sería difícil concebir el barrio de la Cruz sin esa legión de niños que, pedidor en mano, acompañan a un sinfín de pequeñas cruces que, en los últimos tiempos, no sólo aparecen adornadas con flores, sino que son cubiertas con materiales tan dispares como caramelos, legumbres o galletas.
Este año, el tradicional desfile procesional de las Cruces de Mayo estuvo dedicado al mundo de los libros, coincidiendo con la conmemoración, el pasado 23 de abril, del cuarto centenario del fallecimiento del Inca Garcilaso, de Miguel de Cervantes y de William Shakespeare, tres de los autores más universales de la historia.
Como en años anteriores, la recepción de las cruces tuvo lugar en el patio del Colegio Salesiano, que organizaba la actividad en colaboración con el Ayuntamiento de Montilla y la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) "Miguel Rúa", adscrita al propio centro educativo. El cortejo avanzó por la Cuesta del Silencio, Arcipreste Fernández Casado, Corredera, Santa Ana, San Francisco Solano, La Gavia, Fuentes, Juan Colín, Barreruela y La Cruz, finalizando la actividad con la entrega de premios en el Llanete de la Cruz.
Este año, la Asociación de Vecinos La Silera ha acordado dedicar la Fiesta de la Cruz, a los juegos populares y tradicionales. “El juego, evolucionando con el tiempo, es una actividad que forma parte del ser humano y nos ha permitido aprender a relacionarnos con los demás, con nuestro entorno”, defiende la asociación que preside José García Romero, para añadir que “los juegos son considerados como una parte de la experiencia humana y están presentes en todas las culturas” y “son esenciales para el desarrollo intelectual, afectivo y social de las personas”.
“A nosotros nos importa traer aquí, especialmente, aquellos juegos que se han practicado en épocas pasadas y que suponían un despliegue de actividades de los niños y niñas en nuestras calles, plazas y paseos, donde se fortalecían las relaciones y se creaban lazos de amistad, potenciando la actividad física y la creatividad”, añade el colectivo organizador de la Fiesta de la Cruz, junto al Ayuntamiento de Montilla.
De esta forma, juegos como la corosa, el trompo, las bolas, la piola, la comba o el pañuelo han estado bien presentes en una fiesta que arrancó oficialmente el pasado viernes con el tradicional pasacalles de la Agrupación Musical La Unión de Montilla, que concluyó poco después de las 21.00 de la noche en el Llanete de la Cruz, donde tuvo lugar la inauguración del alumbrado extraordinario con la asistencia de representantes del Ayuntamiento.
A las diez de la noche, el edificio de La Silera acogió un encuentro entre miembros de la Corporación Municipal con representantes de los colectivos ciudadanos de Montilla y, media hora más tarde, dio comienzo en el Llanete de la Cruz el concierto del grupo Rock and Troll Band, que se vio seguido de la actuación de José Ángel Márquez y de su grupo de baile de la Peña Flamenca “El Taconeo”.
Calles angostas, atestadas de macetas primorosamente cuidadas, que en la mañana de ayer vieron pasar el tradicional desfile de cruces. Un pacífico ejército de niños, que al inveterado grito de “Viva la Cruz de Mayo, San Felipe y Santiago”, partieron en procesión desde el patio del Colegio Salesiano, para concluir en el Llanete de la Cruz, ese “kilómetro cero” de esta fiesta de la primavera montillana.
Sería difícil concebir el barrio de la Cruz sin esa legión de niños que, pedidor en mano, acompañan a un sinfín de pequeñas cruces que, en los últimos tiempos, no sólo aparecen adornadas con flores, sino que son cubiertas con materiales tan dispares como caramelos, legumbres o galletas.
Este año, el tradicional desfile procesional de las Cruces de Mayo estuvo dedicado al mundo de los libros, coincidiendo con la conmemoración, el pasado 23 de abril, del cuarto centenario del fallecimiento del Inca Garcilaso, de Miguel de Cervantes y de William Shakespeare, tres de los autores más universales de la historia.
Como en años anteriores, la recepción de las cruces tuvo lugar en el patio del Colegio Salesiano, que organizaba la actividad en colaboración con el Ayuntamiento de Montilla y la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) "Miguel Rúa", adscrita al propio centro educativo. El cortejo avanzó por la Cuesta del Silencio, Arcipreste Fernández Casado, Corredera, Santa Ana, San Francisco Solano, La Gavia, Fuentes, Juan Colín, Barreruela y La Cruz, finalizando la actividad con la entrega de premios en el Llanete de la Cruz.
Este año, la Asociación de Vecinos La Silera ha acordado dedicar la Fiesta de la Cruz, a los juegos populares y tradicionales. “El juego, evolucionando con el tiempo, es una actividad que forma parte del ser humano y nos ha permitido aprender a relacionarnos con los demás, con nuestro entorno”, defiende la asociación que preside José García Romero, para añadir que “los juegos son considerados como una parte de la experiencia humana y están presentes en todas las culturas” y “son esenciales para el desarrollo intelectual, afectivo y social de las personas”.
“A nosotros nos importa traer aquí, especialmente, aquellos juegos que se han practicado en épocas pasadas y que suponían un despliegue de actividades de los niños y niñas en nuestras calles, plazas y paseos, donde se fortalecían las relaciones y se creaban lazos de amistad, potenciando la actividad física y la creatividad”, añade el colectivo organizador de la Fiesta de la Cruz, junto al Ayuntamiento de Montilla.
De esta forma, juegos como la corosa, el trompo, las bolas, la piola, la comba o el pañuelo han estado bien presentes en una fiesta que arrancó oficialmente el pasado viernes con el tradicional pasacalles de la Agrupación Musical La Unión de Montilla, que concluyó poco después de las 21.00 de la noche en el Llanete de la Cruz, donde tuvo lugar la inauguración del alumbrado extraordinario con la asistencia de representantes del Ayuntamiento.
A las diez de la noche, el edificio de La Silera acogió un encuentro entre miembros de la Corporación Municipal con representantes de los colectivos ciudadanos de Montilla y, media hora más tarde, dio comienzo en el Llanete de la Cruz el concierto del grupo Rock and Troll Band, que se vio seguido de la actuación de José Ángel Márquez y de su grupo de baile de la Peña Flamenca “El Taconeo”.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
