Más de 14 años de prisión y varios años de inhabilitación profesional. Esa es la pena a la que se enfrenta un trabajador del Centro Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Montilla que, la semana próxima, comparecerá ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba acusado de cinco delitos de abuso de poder en su posición de funcionario público y de un delito continuado de abuso sexual.
Tal y como ha avanzado esta mañana el diario digital Cordópolis, sobre la base del escrito de calificación de los hechos de la Fiscalía Provincial de Córdoba, el ahora encartado, vecino de Montilla en el periodo de tiempo en el que presuntamente ocurrieron los hechos, está acusado de “pedir favores sexuales a mujeres que acudían a su departamento en busca de una ayuda municipal”.
En ese sentido, el ministerio público sostiene que los hechos que se someterán a juicio la semana que viene tuvieron lugar a lo largo de siete años. De esta manera, en el año 2007, el trabajador social ahora procesado manifestó a una usuaria, “a sabiendas de que se trataba de una persona especialmente vulnerable por su precaria situación económica y de que ella era conocedora de que la concesión de la ayuda dependía directamente de la decisión del acusado”, que si quería obtener las ayudas sociales que tramitaba debían mantener relaciones sexuales.
La Fiscalía sostiene que los hechos se repitieron en el mes de septiembre de 2009, cuando el acusado propuso a otra usuaria del Centro Municipal de Servicios Sociales que mantuviera relaciones sexuales con él “a cambio de obtener ayudas sociales” y aprovechando que “se trataba de una persona especialmente vulnerable” y que, según el escrito de calificación provisional, “la mujer sabía que la ayuda que debía recibir pasaba directamente por una decisión de este hombre”.
El caso se volvió a repetir con una tercera usuaria en el año 2011, en fecha no determinada, mientras que en el verano de 2012 consta un episodio de similares características. Por último, entre los años 2012 y 2013, “y en varios días diferentes”, según recoge Cordópolis, “este trabajador social también le reclamó a una mujer que acudió al Ayuntamiento en diferentes días a pedir ayuda que se acostase con él y que, a cambio, obtendría la ayuda”.
Por otro lado, en agosto de 2012 y en julio de 2013, el ahora encartado “pasó de las peticiones de sexo a los abusos sexuales”, según consta en el escrito de Fiscalía Provincial. De esta forma, tal y como relata el ministerio público, “cuando una mujer acudió a pedir ayuda y se encontraba a solas en el despacho con él, el hombre cerró la puerta y con ánimo libidinoso, le besó y le tocó los glúteos, todo con el consentimiento de la mujer, que sabía que la concesión de la ayuda dependía de la decisión del acusado”.
Ya en julio de 2013, esta misma usuaria volvió a solicitar ayuda social y fue atendida por el mismo trabajador social, que aprovechó el encuentro para realizarle tocamientos en el pecho, los glúteos, además de abrazarla y besarla. Posteriormente, según el relato de la Fiscalía, “le cogió la mano y se la restregó por sus genitales”.
Tal y como ha avanzado esta mañana el diario digital Cordópolis, sobre la base del escrito de calificación de los hechos de la Fiscalía Provincial de Córdoba, el ahora encartado, vecino de Montilla en el periodo de tiempo en el que presuntamente ocurrieron los hechos, está acusado de “pedir favores sexuales a mujeres que acudían a su departamento en busca de una ayuda municipal”.
En ese sentido, el ministerio público sostiene que los hechos que se someterán a juicio la semana que viene tuvieron lugar a lo largo de siete años. De esta manera, en el año 2007, el trabajador social ahora procesado manifestó a una usuaria, “a sabiendas de que se trataba de una persona especialmente vulnerable por su precaria situación económica y de que ella era conocedora de que la concesión de la ayuda dependía directamente de la decisión del acusado”, que si quería obtener las ayudas sociales que tramitaba debían mantener relaciones sexuales.
La Fiscalía sostiene que los hechos se repitieron en el mes de septiembre de 2009, cuando el acusado propuso a otra usuaria del Centro Municipal de Servicios Sociales que mantuviera relaciones sexuales con él “a cambio de obtener ayudas sociales” y aprovechando que “se trataba de una persona especialmente vulnerable” y que, según el escrito de calificación provisional, “la mujer sabía que la ayuda que debía recibir pasaba directamente por una decisión de este hombre”.
El caso se volvió a repetir con una tercera usuaria en el año 2011, en fecha no determinada, mientras que en el verano de 2012 consta un episodio de similares características. Por último, entre los años 2012 y 2013, “y en varios días diferentes”, según recoge Cordópolis, “este trabajador social también le reclamó a una mujer que acudió al Ayuntamiento en diferentes días a pedir ayuda que se acostase con él y que, a cambio, obtendría la ayuda”.
Por otro lado, en agosto de 2012 y en julio de 2013, el ahora encartado “pasó de las peticiones de sexo a los abusos sexuales”, según consta en el escrito de Fiscalía Provincial. De esta forma, tal y como relata el ministerio público, “cuando una mujer acudió a pedir ayuda y se encontraba a solas en el despacho con él, el hombre cerró la puerta y con ánimo libidinoso, le besó y le tocó los glúteos, todo con el consentimiento de la mujer, que sabía que la concesión de la ayuda dependía de la decisión del acusado”.
Ya en julio de 2013, esta misma usuaria volvió a solicitar ayuda social y fue atendida por el mismo trabajador social, que aprovechó el encuentro para realizarle tocamientos en el pecho, los glúteos, además de abrazarla y besarla. Posteriormente, según el relato de la Fiscalía, “le cogió la mano y se la restregó por sus genitales”.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO
