Adentrarse en pleno siglo XVII con unos anfitriones de excepción –el capitán Alonso de Vargas y su esposa, Luisa Ponce de León– para disfrutar de un buen vino Montilla-Moriles, acompañado de la prosa del mismo Gómez Suárez de Figueroa. Esta fue la propuesta de éxito celebrada anoche en la Casa del Inca, el maridaje Entre Letras y Vinos, impulsada por la Agencia Montur y la Librería Nobel, con el apoyo del Ayuntamiento de Montilla.
La iniciativa, que congregó a una treintena de personas, permitió redescubrir la Casa del Inca bajo un prisma poco conocido y muy similar al que pudiera ver el propio escritor durante su larga estancia en Montilla. La luz de las velas y el acompañamiento musical ofrecido por el director del Conservatorio Elemental de Música de Montilla, Juan José Navarro, sirvieron a los presentes para realizar un viaje en el tiempo.
Desde el Patio de los Limones, José Luis Baños, gerente de la agencia Montur, y Soledad Raya, de Librería Nobel, caracterizados como Alonso de Vargas y su esposa, acompañaron a los participantes a recorrer cada rincón de la Casa del Inca. La bodega, el dormitorio o la biblioteca fueron algunas de las estancias recorridas a lo largo de esta visita teatralizada.
Rodeado de los aromas del vino de Montilla-Moriles esperaba, por su parte, el Inca Garcilaso a los visitantes de su casa en la biblioteca, donde tuvo lugar el esperado maridaje Entre Letras y Vinos. El poeta Juan Eladio Palmis fue el encargado de reencarnar al escritor e historiador peruano, que acompañó esta peculiar cata de vino de una prosa poética en la que se recogía la historia y figura de Gómez Suárez de Figueroa.
Literatura regada con vino fino, joven, amontillado, oloroso y Pedro Ximénez de la tierra, en una iniciativa que, además, contó con la colaboración del dibujante José Cano para su puesta en marcha. Una actividad que ha nacido con el objetivo de consolidarse en el tiempo y de incrementar, de este modo, la oferta turística de la ciudad con una propuesta diferente que permite contar la historia de Montilla y promocionar su patrimonio, del que también forman parte ineludible los vinos Montilla-Moriles.
La iniciativa, que congregó a una treintena de personas, permitió redescubrir la Casa del Inca bajo un prisma poco conocido y muy similar al que pudiera ver el propio escritor durante su larga estancia en Montilla. La luz de las velas y el acompañamiento musical ofrecido por el director del Conservatorio Elemental de Música de Montilla, Juan José Navarro, sirvieron a los presentes para realizar un viaje en el tiempo.
Desde el Patio de los Limones, José Luis Baños, gerente de la agencia Montur, y Soledad Raya, de Librería Nobel, caracterizados como Alonso de Vargas y su esposa, acompañaron a los participantes a recorrer cada rincón de la Casa del Inca. La bodega, el dormitorio o la biblioteca fueron algunas de las estancias recorridas a lo largo de esta visita teatralizada.
Rodeado de los aromas del vino de Montilla-Moriles esperaba, por su parte, el Inca Garcilaso a los visitantes de su casa en la biblioteca, donde tuvo lugar el esperado maridaje Entre Letras y Vinos. El poeta Juan Eladio Palmis fue el encargado de reencarnar al escritor e historiador peruano, que acompañó esta peculiar cata de vino de una prosa poética en la que se recogía la historia y figura de Gómez Suárez de Figueroa.
Literatura regada con vino fino, joven, amontillado, oloroso y Pedro Ximénez de la tierra, en una iniciativa que, además, contó con la colaboración del dibujante José Cano para su puesta en marcha. Una actividad que ha nacido con el objetivo de consolidarse en el tiempo y de incrementar, de este modo, la oferta turística de la ciudad con una propuesta diferente que permite contar la historia de Montilla y promocionar su patrimonio, del que también forman parte ineludible los vinos Montilla-Moriles.
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
