La Tuna de Montilla ha querido conmemorar de manera especial sus bodas de coral, coincidiendo con el trigésimo quinto aniversario de su fundación. La formación, que ha visto pasar por sus filas hasta cuatro generaciones de tunos, se fundó en Montilla en 1980 con la idea de ofrecer las tradicionales serenatas a Nuestra Señora de la Aurora, patrona de la localidad.
El proyecto tomó forma definitiva de la mano de la Tuna de Económicas de Málaga, que apadrinó oficialmente el nacimiento de la nueva formación en una Noche de la Aurora, gracias a la intercesión de dos montillanos que, al irse a Málaga a estudiar, terminaron recalando en una de las más reconocidas estudiantinas de la Costa del Sol.
Con el paso de los años, la Tuna de Montilla ha logrado forjarse un nombre propio en certámenes de ámbito regional y nacional, cosechando innumerables premios, como el de Mejor Tuna, Mejor Pieza Musical, Mejor Solista, Mejor Bandera o Mejor Pandereta, entre otros.
La calidad musical de sus componentes se evidencia en que muchos de ellos han pasado a formar parte de otras formaciones de distinta índole, como el trío Soncalson –que hace unas semanas presentó un espectáculo en el Teatro Garnelo de Montilla junto a Betty Missiego– o el grupo Capachos –que ya ha cerrado dos giras de ámbito nacional con sus dos primeros espectáculos: El Viajero y Gira el Mundo–.
Como no podía ser de otra forma, los actos centrales del trigésimo quinto aniversario de la Tuna de Montilla se llevaron a cabo durante la tradicional Noche de la Aurora, en la que decenas de grupos de la localidad se acercan hasta el cancel de la parroquia de San Francisco Solano para ofrecer sus serenatas a la patrona de Montilla.
Tras una recepción oficial en el Hostal Bellido, los más de treinta componentes de la Tuna de Montilla –muchos de ellos llegados para la ocasión desde puntos tan dispares como Canarias, Marruecos, Sevilla o Madrid– se dirigieron a la iglesia en la que vio la luz San Francisco Solano para cumplir, un año más, con una tradición que ha logrado forjar una amistad infranqueable entre estos tunos de espíritu y de corazón.
El proyecto tomó forma definitiva de la mano de la Tuna de Económicas de Málaga, que apadrinó oficialmente el nacimiento de la nueva formación en una Noche de la Aurora, gracias a la intercesión de dos montillanos que, al irse a Málaga a estudiar, terminaron recalando en una de las más reconocidas estudiantinas de la Costa del Sol.
Con el paso de los años, la Tuna de Montilla ha logrado forjarse un nombre propio en certámenes de ámbito regional y nacional, cosechando innumerables premios, como el de Mejor Tuna, Mejor Pieza Musical, Mejor Solista, Mejor Bandera o Mejor Pandereta, entre otros.
La calidad musical de sus componentes se evidencia en que muchos de ellos han pasado a formar parte de otras formaciones de distinta índole, como el trío Soncalson –que hace unas semanas presentó un espectáculo en el Teatro Garnelo de Montilla junto a Betty Missiego– o el grupo Capachos –que ya ha cerrado dos giras de ámbito nacional con sus dos primeros espectáculos: El Viajero y Gira el Mundo–.
Como no podía ser de otra forma, los actos centrales del trigésimo quinto aniversario de la Tuna de Montilla se llevaron a cabo durante la tradicional Noche de la Aurora, en la que decenas de grupos de la localidad se acercan hasta el cancel de la parroquia de San Francisco Solano para ofrecer sus serenatas a la patrona de Montilla.
Tras una recepción oficial en el Hostal Bellido, los más de treinta componentes de la Tuna de Montilla –muchos de ellos llegados para la ocasión desde puntos tan dispares como Canarias, Marruecos, Sevilla o Madrid– se dirigieron a la iglesia en la que vio la luz San Francisco Solano para cumplir, un año más, con una tradición que ha logrado forjar una amistad infranqueable entre estos tunos de espíritu y de corazón.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
