Sustituir progresivamente el pavimento de la Corredera para evitar accidentes y reducir costes de mantenimiento. Ese es el objetivo que se ha marcado el nuevo equipo de gobierno del PSOE e IU que, de esta manera, pretende atender las peticiones de ciudadanos y comerciantes que, desde la implantación del adoquinado que se eligió en los años 2003 y 2005 para los tramos que discurren entre la plaza de La Rosa y la calle San Fernando, vienen denunciando el peligro que representa la solería, especialmente en época de lluvias.
De esta forma, el Ayuntamiento de Montilla se ha decantado por el granito para la nueva fase de reurbanización, que arrancará este mismo lunes en el tramo que discurre entre la calle San Fernando y el callejón de El Peso, ubicado junto a las instalaciones de Masol y los antiguos Almacenes Lirola.
"Debido a todas las peticiones de los montillanos y a la problemática que ha presentado el anterior pavimento, nos hemos visto en la obligación y en la necesidad de plantearnos el cambio de este material", reconoció la teniente de alcalde de Urbanismo, Alicia Carmona.
Ante la falta de uniformidad que presentaría la principal vía de Montilla, con tres tipos de pavimento diferentes, el alcalde de la localidad, Rafael Llamas, manifestó que el Consistorio baraja aplicar "transiciones" entre los distintos materiales que convivirán en la calzada con el objetivo de aminorar el impacto estético. No obstante, el primer edil montillano defendió la necesidad de sustituir "lo antes posible" el material que se eligió en las dos primeras fases de reurbanización.
En similares términos se manifestó Alicia Carmona, quien hizo hincapié en que los problemas que genera el pavimento existente entre la calle San Fernando y la plaza de La Rosa no se limita a su "resbaladicidad" –que ha generado numerosas caídas en los últimos años– sino que se incrementan con los costes de los tratamientos antideslizantes que se han aplicado. "Se trata de actuaciones que no son definitivas y que suponen una inversión grande que habría que acometer periódicamente, cada dos o tres años", recalcó la edil de IU.
Cambios en el tráfico
Las obras que se llevarán a cabo en la Corredera llevarán aparejado el cierre al tráfico de la misma a partir de este lunes. Para ello, la Policía Local ha planteado un itinerario alternativo que comprende la modificación del sentido del tráfico de la calle Escuelas –que servirá a los conductores que deseen dirigirse desde la plazuela de la Inmaculada hasta la plaza de La Rosa– y, también, de la propia calle Corredera, en el tramo que discurre entre la plaza de La Rosa y la calle San Fernando –que podrá recorrerse en sentido contrario al habitual–.
"En un principio, las obras comenzarán por el centro de la calzada, para dejar libres las aceras y perjudicar lo menos posible la zona comercial", avanzó Alicia Carmona, quien anunció que el Consistorio montillano habilitará dos zonas de carga y descarga: una junto a la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila y otra en las inmediaciones de la Farmacia Jaraba Palma, cerca de la calle Don Gonzalo.
Propuestas del PP
La reforma de la Corredera costará un tercio menos de lo inicialmente presupuestado por el Ayuntamiento de Montilla. De esta forma, frente a los 468.326,10 euros que fijaron el pasado mes de mayo los servicios técnicos municipales en el anuncio de licitación, el proyecto de reforma de la Corredera contará finalmente con un presupuesto de 313.872 euros, lo que representa una reducción del 33 por ciento.
En ese sentido, el portavoz del Grupo Municipal Popular, Miguel Navarro, defendió ayer la posibilidad de destinar esos 154.000 euros de diferencia a entoldar la Corredera y a mejorar las luminarias de toda la vía, así como a una campaña publicitaria para revitalizar el comercio de la zona centro. "Queremos que este dinero siga repercutiendo en la zona y en el sector para el que estaba previsto", recalcó el concejal del PP, quien hizo hincapié en que "el comercio es un sector fundamental en el desarrollo de Montilla".
Sin descartar la propuesta planteada por los populares, la teniente de alcalde de Urbanismo confirmó que parte del remanente generado por el ahorro en la licitación de las obras de la Corredera se destinará a financiar la sustitución de las cristaleras de la piscina cubierta que, a su juicio, "se encuentran en muy mal estado" y representan "una necesidad para todos los usuarios".
De esta forma, el Ayuntamiento de Montilla se ha decantado por el granito para la nueva fase de reurbanización, que arrancará este mismo lunes en el tramo que discurre entre la calle San Fernando y el callejón de El Peso, ubicado junto a las instalaciones de Masol y los antiguos Almacenes Lirola.
"Debido a todas las peticiones de los montillanos y a la problemática que ha presentado el anterior pavimento, nos hemos visto en la obligación y en la necesidad de plantearnos el cambio de este material", reconoció la teniente de alcalde de Urbanismo, Alicia Carmona.
Ante la falta de uniformidad que presentaría la principal vía de Montilla, con tres tipos de pavimento diferentes, el alcalde de la localidad, Rafael Llamas, manifestó que el Consistorio baraja aplicar "transiciones" entre los distintos materiales que convivirán en la calzada con el objetivo de aminorar el impacto estético. No obstante, el primer edil montillano defendió la necesidad de sustituir "lo antes posible" el material que se eligió en las dos primeras fases de reurbanización.
En similares términos se manifestó Alicia Carmona, quien hizo hincapié en que los problemas que genera el pavimento existente entre la calle San Fernando y la plaza de La Rosa no se limita a su "resbaladicidad" –que ha generado numerosas caídas en los últimos años– sino que se incrementan con los costes de los tratamientos antideslizantes que se han aplicado. "Se trata de actuaciones que no son definitivas y que suponen una inversión grande que habría que acometer periódicamente, cada dos o tres años", recalcó la edil de IU.
Cambios en el tráfico
Las obras que se llevarán a cabo en la Corredera llevarán aparejado el cierre al tráfico de la misma a partir de este lunes. Para ello, la Policía Local ha planteado un itinerario alternativo que comprende la modificación del sentido del tráfico de la calle Escuelas –que servirá a los conductores que deseen dirigirse desde la plazuela de la Inmaculada hasta la plaza de La Rosa– y, también, de la propia calle Corredera, en el tramo que discurre entre la plaza de La Rosa y la calle San Fernando –que podrá recorrerse en sentido contrario al habitual–.
"En un principio, las obras comenzarán por el centro de la calzada, para dejar libres las aceras y perjudicar lo menos posible la zona comercial", avanzó Alicia Carmona, quien anunció que el Consistorio montillano habilitará dos zonas de carga y descarga: una junto a la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila y otra en las inmediaciones de la Farmacia Jaraba Palma, cerca de la calle Don Gonzalo.
Propuestas del PP
La reforma de la Corredera costará un tercio menos de lo inicialmente presupuestado por el Ayuntamiento de Montilla. De esta forma, frente a los 468.326,10 euros que fijaron el pasado mes de mayo los servicios técnicos municipales en el anuncio de licitación, el proyecto de reforma de la Corredera contará finalmente con un presupuesto de 313.872 euros, lo que representa una reducción del 33 por ciento.
En ese sentido, el portavoz del Grupo Municipal Popular, Miguel Navarro, defendió ayer la posibilidad de destinar esos 154.000 euros de diferencia a entoldar la Corredera y a mejorar las luminarias de toda la vía, así como a una campaña publicitaria para revitalizar el comercio de la zona centro. "Queremos que este dinero siga repercutiendo en la zona y en el sector para el que estaba previsto", recalcó el concejal del PP, quien hizo hincapié en que "el comercio es un sector fundamental en el desarrollo de Montilla".
Sin descartar la propuesta planteada por los populares, la teniente de alcalde de Urbanismo confirmó que parte del remanente generado por el ahorro en la licitación de las obras de la Corredera se destinará a financiar la sustitución de las cristaleras de la piscina cubierta que, a su juicio, "se encuentran en muy mal estado" y representan "una necesidad para todos los usuarios".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: J.A. AGUILAR / J.P. BELLIDO
FOTOGRAFÍAS: J.A. AGUILAR / J.P. BELLIDO
