La empresa Oleogreen Montilla ha suspendido el servicio de recogida de aceite doméstico usado que prestaba desde hace poco más de un año a través de contenedores ubicados en los cascos urbanos de Montilla, Santaella y La Rambla. Los elevados costes de gestión y mantenimiento de la actividad, unidos a las escasas perspectivas de expansión a otras ciudades de la comarca, han llevado al empresario Antonio Millán Doncel a dar por finalizada una iniciativa que fue premiada por el Ayuntamiento de Montilla en el marco del Pacto Local por el Empleo y que, además, fue preseleccionada para 100 caminos al éxito, un programa de la Fundación Cajasol en colaboración con Andalucía Emprende.
"Vaya por delante nuestro agradecimiento a los ayuntamientos de Montilla, La Rambla y Santaella, que nos permitieron sacar a la luz nuestro proyecto, pero especialmente a los miles de ciudadanos anónimos que se implicaron día a día por reciclar algo tan molesto de manipular como es el aceite usado", indicó Antonio Millán, un empresario de la rotulación que el pasado año dio un giro a su actividad profesional patentando un novedoso contenedor concebido para la recogida selectiva de aceites domésticos usados.
Tras recorrer varias ciudades andaluzas para conocer el sistema de reciclaje de aceite doméstico que habían adoptado, Antonio Millán se planteó la necesidad de diseñar un nuevo contenedor que fue registrado en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Con una capacidad para 200 litros de aceite, cada contenedor está dotado de varios sistemas de seguridad que impiden su apertura fortuita y su vuelco, minimizando al máximo el riesgo de incendio.
Los contenedores de Oleogreen Montilla, con una estética que recuerda a las tradicionales zafras, estaban habilitados para almacenar aceite doméstico envasado en botellas de plástico o en garrafas de hasta cinco litros, dando así respuesta a un problema ambiental que genera graves daños.
No en vano, diversos estudios alertan de que el vertido de aceites de fritura usados por el alcantarillado o por el desagüe de los fregaderos atenta contra el medio ambiente e, incluso, puede poner en peligro la salud humana, al contaminar los cauces fluviales de manera irreversible.
El aceite usado que se ha ido recogiendo en cada uno de los contenedores repartidos por los cascos urbanos de Montilla, Santaella y La Rambla se transportaba hasta una empresa de base tecnológica nacida en el seno de la Universidad de Córdoba y que obtiene biodiesel cien por cien biológico.
No obstante, los bajos precios del aceite usado para biodiesel y, según Millán, la "escasa implicación de las autoridades a la hora de fomentar el reciclaje de este residuo, a pesar de ser el más contaminante de todos para las aguas y el medio ambiente", le han llevado a dar por finalizado el servicio. "Si se dieran las condiciones necesarias para reanudar la actividad o si mejoran las perspectivas del sector, estaremos dispuestos a rehacer nuestro proyecto con la misma ilusión que lo pusimos en marcha el primer día", declaró Antonio Millán.
"Vaya por delante nuestro agradecimiento a los ayuntamientos de Montilla, La Rambla y Santaella, que nos permitieron sacar a la luz nuestro proyecto, pero especialmente a los miles de ciudadanos anónimos que se implicaron día a día por reciclar algo tan molesto de manipular como es el aceite usado", indicó Antonio Millán, un empresario de la rotulación que el pasado año dio un giro a su actividad profesional patentando un novedoso contenedor concebido para la recogida selectiva de aceites domésticos usados.
Tras recorrer varias ciudades andaluzas para conocer el sistema de reciclaje de aceite doméstico que habían adoptado, Antonio Millán se planteó la necesidad de diseñar un nuevo contenedor que fue registrado en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Con una capacidad para 200 litros de aceite, cada contenedor está dotado de varios sistemas de seguridad que impiden su apertura fortuita y su vuelco, minimizando al máximo el riesgo de incendio.
Los contenedores de Oleogreen Montilla, con una estética que recuerda a las tradicionales zafras, estaban habilitados para almacenar aceite doméstico envasado en botellas de plástico o en garrafas de hasta cinco litros, dando así respuesta a un problema ambiental que genera graves daños.
No en vano, diversos estudios alertan de que el vertido de aceites de fritura usados por el alcantarillado o por el desagüe de los fregaderos atenta contra el medio ambiente e, incluso, puede poner en peligro la salud humana, al contaminar los cauces fluviales de manera irreversible.
El aceite usado que se ha ido recogiendo en cada uno de los contenedores repartidos por los cascos urbanos de Montilla, Santaella y La Rambla se transportaba hasta una empresa de base tecnológica nacida en el seno de la Universidad de Córdoba y que obtiene biodiesel cien por cien biológico.
No obstante, los bajos precios del aceite usado para biodiesel y, según Millán, la "escasa implicación de las autoridades a la hora de fomentar el reciclaje de este residuo, a pesar de ser el más contaminante de todos para las aguas y el medio ambiente", le han llevado a dar por finalizado el servicio. "Si se dieran las condiciones necesarias para reanudar la actividad o si mejoran las perspectivas del sector, estaremos dispuestos a rehacer nuestro proyecto con la misma ilusión que lo pusimos en marcha el primer día", declaró Antonio Millán.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
