La Semana Santa de Montilla despedirá a partir de las 16.30 de esta tarde, en la Parroquia de Santiago Apóstol, a su primer Cofrade Ejemplar, Manuel Jiménez Velasco, que falleció ayer a la edad de 91 años. Casado con Pepita Luque Sánchez y padre de nueve hijos, su labor en El Telar –donde confeccionó los hábitos de la práctica totalidad de las cofradías montillanas- y, especialmente, su vinculación con la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza, lo convirtieron en un referente de la Semana de Pasión.
Manuel Jiménez Velasco estuvo vinculado a la corporación del Jueves Santo montillano desde el mismo momento de nacer. No en vano, su padre, Manuel Jiménez León, dirigió la hermandad entre los años 1926 y 1936, una labor que tuvo continuidad en la figura de su hermano, Antonio Jiménez Velasco, que tomó el relevo paterno cuatro años más tarde, permaneciendo al frente de Los Panciblancos hasta el año 1954.
Gran devoto de María Santísima de la Esperanza, de la que llegó a ser camarero, en 2004 recibió la primera insignia de oro de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza, dentro de los actos que la cofradía del Jueves Santo llevó a cabo para conmemorar el cincuentenario de la imagen que esculpió Amadeo Ruiz Olmos.
Su extraordinario trabajo en torno a la hermandad de la ermita de La Rosa, desarrollado de forma discreta y callada, así como su apoyo incondicional a las tradiciones locales, le valieron en 2009 el título de Cofrade Ejemplar de la Semana Santa de Montilla, que entregó por vez primera la Agrupación de Cofradías, en un acto que tuvo lugar el 31 de marzo en el Salón Municipal San Juan de Dios, bajo la presidencia de José Antonio Trapero Perea.
Manuel Jiménez Velasco estuvo vinculado a la corporación del Jueves Santo montillano desde el mismo momento de nacer. No en vano, su padre, Manuel Jiménez León, dirigió la hermandad entre los años 1926 y 1936, una labor que tuvo continuidad en la figura de su hermano, Antonio Jiménez Velasco, que tomó el relevo paterno cuatro años más tarde, permaneciendo al frente de Los Panciblancos hasta el año 1954.
Gran devoto de María Santísima de la Esperanza, de la que llegó a ser camarero, en 2004 recibió la primera insignia de oro de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza, dentro de los actos que la cofradía del Jueves Santo llevó a cabo para conmemorar el cincuentenario de la imagen que esculpió Amadeo Ruiz Olmos.
Su extraordinario trabajo en torno a la hermandad de la ermita de La Rosa, desarrollado de forma discreta y callada, así como su apoyo incondicional a las tradiciones locales, le valieron en 2009 el título de Cofrade Ejemplar de la Semana Santa de Montilla, que entregó por vez primera la Agrupación de Cofradías, en un acto que tuvo lugar el 31 de marzo en el Salón Municipal San Juan de Dios, bajo la presidencia de José Antonio Trapero Perea.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: DIARIO CÓRDOBA
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