En torno a un centenar de edificaciones situadas en Llano Belén, entre el camino de la Fuente Nueva y el cementerio municipal de San Francisco Solano, deberán esperar al desarrollo del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para regularizar su situación. La decisión del Pleno de la Corporación Municipal de considerar estas construcciones en suelo no urbanizable dentro de un asentamiento urbanístico impide a sus propietarios acogerse al decreto que la Junta de Andalucía aprobó en enero de 2012 para la regularización de estas edificaciones en suelo no urbanizable.
Por el contrario, el resto de edificaciones de estas características ubicadas en el término municipal de Montilla –y que el equipo redactor del PGOU situaba en torno al millar– podrán tener acceso a los servicios básicos, al menos en régimen de autoabastecimiento, siempre que cumplan unas mínimas condiciones de seguridad y habitabilidad.
De esta forma, las viviendas aisladas dispersas por todo el término municipal de Montilla y aquellas otras que se concentran en los parajes de Las Pilitas, El Juncal I, Cerro de la Estación, Carrerón y El Juncal II –además de las edificaciones de carácter industrial o agropecuario situadas en la zona de Santa Amalia– podrán acogerse al decreto autonómico que da cobertura a este tipo de inmuebles si cumplen las condiciones mínimas exigidas, tal y como explicó el concejal socialista Rafael Llamas.
"Cualquier propietario de una edificación en suelo no urbanizable podrá solicitar al Ayuntamiento el reconocimiento de la misma siempre que haya prescrito el posible delito urbanístico y cumpla unas normas mínimas de habitabilidad y seguridad", señaló Rafael Llamas, quien precisó que este trámite ante el Consistorio "posibilita que la construcción pueda acceder a servicios urbanísticos, aunque siempre por cuenta de su propietario".
En un principio, el Ayuntamiento identificó y delimitó catorce asentamientos, si bien el Avance de Planeamiento de Asentamientos en Suelo no Urbanizable que aprobó la Corporación montillana durante el transcurso del último pleno recoge solamente uno, tras varias revisiones efectuadas a instancias de los grupos de la oposición.
"No era aconsejable delimitar todos estos asentamientos porque ello hubiera impedido a los dueños de edificaciones ubicadas en estas zonas acogerse al decreto para regularizar sus propiedades", explicó Rafael Llamas, quien hizo hincapié en que "el PSOE ha trabajado porque el mayor número de ciudadanos con edificaciones en suelo no urbanizable no tengan que esperar una innovación del PGOU para poder regularizarlas".
Por último, Rafael Llamas aclaró que "todas las edificaciones construidas antes de 1975 no necesitan acogerse al decreto porque se consideran legales", al no existir hasta ese momento una normativa que regulase el carácter de las edificaciones en suelo no urbanizable.
Incidencia en Montilla
A finales del año 2004, el equipo redactor del PGOU ya advertía de que la proliferación de asentamientos residenciales en suelo no urbanizable era "un problema que se está agravando cada vez más", para terminar subrayando que "sus consecuencias pueden llegar a ser desastrosas al crear tensiones de crecimientos que la figura del Plan no puede obviar".
De esta forma, el propio Avance del PGOU recogía expresamente que "las construcciones clandestinas plantean serios problemas no por ser ilegales formalmente y exigir su obligada incorporación al mundo de lo reglado, sino como proceso histórico cuyas raíces estructurales están antes de la misma existencia de la Ley".
Unos meses antes, la Propuesta de Agenda 21 Local de Montilla fijaba la necesidad de "desarrollar ordenanzas municipales que garanticen el correcto funcionamiento de la depuradora y atender también al control de los vertidos procedentes de viviendas situadas fuera del núcleo urbano (dispersas en el territorio, en urbanizaciones ilegales, etc.), industrias y ganaderías, con cierto peso el municipio".
Por el contrario, el resto de edificaciones de estas características ubicadas en el término municipal de Montilla –y que el equipo redactor del PGOU situaba en torno al millar– podrán tener acceso a los servicios básicos, al menos en régimen de autoabastecimiento, siempre que cumplan unas mínimas condiciones de seguridad y habitabilidad.
De esta forma, las viviendas aisladas dispersas por todo el término municipal de Montilla y aquellas otras que se concentran en los parajes de Las Pilitas, El Juncal I, Cerro de la Estación, Carrerón y El Juncal II –además de las edificaciones de carácter industrial o agropecuario situadas en la zona de Santa Amalia– podrán acogerse al decreto autonómico que da cobertura a este tipo de inmuebles si cumplen las condiciones mínimas exigidas, tal y como explicó el concejal socialista Rafael Llamas.
"Cualquier propietario de una edificación en suelo no urbanizable podrá solicitar al Ayuntamiento el reconocimiento de la misma siempre que haya prescrito el posible delito urbanístico y cumpla unas normas mínimas de habitabilidad y seguridad", señaló Rafael Llamas, quien precisó que este trámite ante el Consistorio "posibilita que la construcción pueda acceder a servicios urbanísticos, aunque siempre por cuenta de su propietario".
En un principio, el Ayuntamiento identificó y delimitó catorce asentamientos, si bien el Avance de Planeamiento de Asentamientos en Suelo no Urbanizable que aprobó la Corporación montillana durante el transcurso del último pleno recoge solamente uno, tras varias revisiones efectuadas a instancias de los grupos de la oposición.
"No era aconsejable delimitar todos estos asentamientos porque ello hubiera impedido a los dueños de edificaciones ubicadas en estas zonas acogerse al decreto para regularizar sus propiedades", explicó Rafael Llamas, quien hizo hincapié en que "el PSOE ha trabajado porque el mayor número de ciudadanos con edificaciones en suelo no urbanizable no tengan que esperar una innovación del PGOU para poder regularizarlas".
Por último, Rafael Llamas aclaró que "todas las edificaciones construidas antes de 1975 no necesitan acogerse al decreto porque se consideran legales", al no existir hasta ese momento una normativa que regulase el carácter de las edificaciones en suelo no urbanizable.
Incidencia en Montilla
A finales del año 2004, el equipo redactor del PGOU ya advertía de que la proliferación de asentamientos residenciales en suelo no urbanizable era "un problema que se está agravando cada vez más", para terminar subrayando que "sus consecuencias pueden llegar a ser desastrosas al crear tensiones de crecimientos que la figura del Plan no puede obviar".
De esta forma, el propio Avance del PGOU recogía expresamente que "las construcciones clandestinas plantean serios problemas no por ser ilegales formalmente y exigir su obligada incorporación al mundo de lo reglado, sino como proceso histórico cuyas raíces estructurales están antes de la misma existencia de la Ley".
Unos meses antes, la Propuesta de Agenda 21 Local de Montilla fijaba la necesidad de "desarrollar ordenanzas municipales que garanticen el correcto funcionamiento de la depuradora y atender también al control de los vertidos procedentes de viviendas situadas fuera del núcleo urbano (dispersas en el territorio, en urbanizaciones ilegales, etc.), industrias y ganaderías, con cierto peso el municipio".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
