Los aficionados al teatro tienen una cita ineludible el próximo sábado 4 de octubre en Córdoba. Juan Carlos Rubio regresa al Gran Teatro de la capital con Las heridas del viento, una obra escrita y dirigida por el dramaturgo montillano y protagonizada por Kiti Mánver y Dani Muriel, dos grandes de la escena, que dan vida a este texto estrenado por el Hispanic Theater Guild en el Teatro 8 de Miami en enero del 2005 y que pasó por el Off Broadway de Nueva York en marzo de ese mismo año.
Tras recorrer escenarios de Estados Unidos, Chile, Argentina, Puerto Rico, Grecia, Uruguay, Costa Rica o México, Juan Carlos Rubio recala en el Gran Teatro de Córdoba para poner en escena una obra nominada para cinco premios por la Asociación de Críticos del Espectáculo de Nueva York (ACE) y que aborda con maestría los entresijos del amor, de la soledad y de los secretos de familia.
"No se enamoren nunca de alguien que les desprecie", dice el personaje de Juan en esta función. Y ése es precisamente uno de los mensajes que quiere trasmitir esta obra, que habla de amor, sentimientos y deudas pendientes.
El dramaturgo y director montillano se ha implicado de una manera muy especial en este proyecto, al que le apetecía "dar un punto de vista muy personal". El proceso de creación ha estado abierto al público y son muchos los que asistieron a los ensayos, siendo testigos de la evolución del montaje.
Kiti Mánver y Daniel Muriel, “dos animales escénicos”, como los define el propio Juan Carlos Rubio, ponen toda la carne en el asador en una función que, según Mánver, “te pega un pellizco tremendo en el corazón”.
Ella interpreta a Juan, “una loca de la vida que vive a bocanadas: se lanza sin pensar y se quema muy a menudo”, explica Rubio. Y Muriel es David, “un joven que esconde sus sentimientos porque no quiere sufrir”. Dos personajes totalmente opuestos, cuyas vidas se cruzan cuando el padre de David muere, y entre los papeles paternos descubre las encendidas cartas de amor de otro hombre.
Una vida dedicada a la escena
Titulado por la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Madrid y por la Escuela de Teatro de Alcorcón, Juan Carlos Rubio se inició en el mundo artístico como actor en numerosos montajes teatrales, concursos de televisión y series tan conocidas como Farmacia de Guardia, A las once en casa o Al salir de clase.
A partir de 1992 comenzaría a compaginar su trabajo de actor con el de guionista televisivo para series como Farmacia de Guardia, Pepa y Pepe, Colegio Mayor o Manos a la obra, así como para largometrajes como El calentito, Slam, Retorno a Hamsala -nominada a los Premios Goya- o Bon Appétit.
Como autor teatral, su primera obra -Esta noche no estoy para nadie- fue estrenada en 1997, con Esperanza Roy encabezando el reparto. Desde entonces, ha estrenado en España 10 -protagonizada por Juan Luis Galiardo-, El bosque es mío, ¿Dónde se esconden los sueños?, Las heridas del viento y, más recientemente, Humo, Arizona y Tres, que pudieron verse en el Teatro Garnelo de Montilla.
Tras recorrer escenarios de Estados Unidos, Chile, Argentina, Puerto Rico, Grecia, Uruguay, Costa Rica o México, Juan Carlos Rubio recala en el Gran Teatro de Córdoba para poner en escena una obra nominada para cinco premios por la Asociación de Críticos del Espectáculo de Nueva York (ACE) y que aborda con maestría los entresijos del amor, de la soledad y de los secretos de familia.
"No se enamoren nunca de alguien que les desprecie", dice el personaje de Juan en esta función. Y ése es precisamente uno de los mensajes que quiere trasmitir esta obra, que habla de amor, sentimientos y deudas pendientes.
El dramaturgo y director montillano se ha implicado de una manera muy especial en este proyecto, al que le apetecía "dar un punto de vista muy personal". El proceso de creación ha estado abierto al público y son muchos los que asistieron a los ensayos, siendo testigos de la evolución del montaje.
Kiti Mánver y Daniel Muriel, “dos animales escénicos”, como los define el propio Juan Carlos Rubio, ponen toda la carne en el asador en una función que, según Mánver, “te pega un pellizco tremendo en el corazón”.
Ella interpreta a Juan, “una loca de la vida que vive a bocanadas: se lanza sin pensar y se quema muy a menudo”, explica Rubio. Y Muriel es David, “un joven que esconde sus sentimientos porque no quiere sufrir”. Dos personajes totalmente opuestos, cuyas vidas se cruzan cuando el padre de David muere, y entre los papeles paternos descubre las encendidas cartas de amor de otro hombre.
Una vida dedicada a la escena
Titulado por la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Madrid y por la Escuela de Teatro de Alcorcón, Juan Carlos Rubio se inició en el mundo artístico como actor en numerosos montajes teatrales, concursos de televisión y series tan conocidas como Farmacia de Guardia, A las once en casa o Al salir de clase.
A partir de 1992 comenzaría a compaginar su trabajo de actor con el de guionista televisivo para series como Farmacia de Guardia, Pepa y Pepe, Colegio Mayor o Manos a la obra, así como para largometrajes como El calentito, Slam, Retorno a Hamsala -nominada a los Premios Goya- o Bon Appétit.
Como autor teatral, su primera obra -Esta noche no estoy para nadie- fue estrenada en 1997, con Esperanza Roy encabezando el reparto. Desde entonces, ha estrenado en España 10 -protagonizada por Juan Luis Galiardo-, El bosque es mío, ¿Dónde se esconden los sueños?, Las heridas del viento y, más recientemente, Humo, Arizona y Tres, que pudieron verse en el Teatro Garnelo de Montilla.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: SERGIO PARRA
FOTOGRAFÍA: SERGIO PARRA
