Los denominados "templos del vino" acapararon ayer parte del protagonismo durante la segunda jornada de la Fiesta de la Vendimia. Bodegas, lagares y cooperativas abrieron sus puertas para difundir el patrimonio enológico de una ciudad que huele y sabe a vino. Decenas de personas aprovecharon la iniciativa del Área de Promoción y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Montilla para conocer el proceso de crianza de los vinos amparados por la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles.
Y lo hicieron, en primer lugar, en la Sierra de Montilla, gracias a la implicación de la Asociación de Lagares, que abrió de par en par las puertas de Lagar Blanco, Cañada Navarro, La Primilla, Los Borbones, Los Raigones y Saavedra.
De igual manera, las cooperativas La Unión y La Aurora fijaron dos turnos de visita, mientras que Bodegas Alvear y Bodegas Pérez Barquero apostaron, como novedad, por un horario más tardío, que dio comienzo a las 20.30 de la tarde.
Por la noche, el epicentro de la fiesta se trasladó al punto más alto de Montilla, donde se encuentra el castillo de El Gran Capitán. En ese emblemático lugar, que vio nacer a uno de los militares más insignes de la historia el 1 de septiembre de 1453, tuvo lugar el traspaso de poderes entre el capataz de honor saliente, el editor Manuel Pimentel, y la nueva embajadora de los vinos de la DOP Montilla-Moriles, la presidenta de la Diputación, María Luisa Ceballos.
"Para mí es todo un honor este nombramiento que va a reforzar aún más el empeño que, personalmente y desde la Diputación, tenemos en la promoción de unos caldos de calidad internacionalmente contrastada", declaró Ceballos horas antes del inicio del acto en el que recibió las llaves de la bodega de la Casa del Inca, que simbolizan la custodia de los vinos de la comarca vitivinícola cordobesa.
"No me tomo lo que significa este nombramiento con fecha de caducidad, como oficialmente está estipulado hasta la próxima vendimia, sino que el papel de embajadora lo ejerceré siempre, en nombre de todos los cordobeses, que se sienten orgullosos del esfuerzo y la dedicación que 17 municipios y más de 80 bodegas realizan para conseguir unos caldos competitivos en calidad", declaró la presidenta de la Diputación, quien hizo hincapié en que "los vinos de Montilla-Moriles son un puntal de la economía cordobesa; son generadores de empleo y riqueza, y nuestra obligación es la de fortalecer al sector".
María Luisa Ceballos insistió en la importancia de la promoción y subrayó que "desde el Consorcio Provincial de Desarrollo Económico pretendemos esforzarnos en apoyar la exportación y promoción en el exterior y, sobre todo, ayudar a que cada vez más bodegas se animen a vender su magnífico producto en estos mercados".
Durante el acto, que contó con la presencia del alcalde de Montilla, Federico Cabello de Alba, el periodista montillano José María Luque, corresponsal de Diario CORDOBA durante 26 años, fue investido Capataz de Campo de la Fiesta de la Vendimia, toda vez que el cargo de Capataz de Bodega recayó en Juan Bosco de Alvear y Zubiría, vicepresidente de las Bodegas Alvear, las más antiguas de Andalucía. Su distinción fue recogida por su sobrino, Luis Giménez Alvear.
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Y lo hicieron, en primer lugar, en la Sierra de Montilla, gracias a la implicación de la Asociación de Lagares, que abrió de par en par las puertas de Lagar Blanco, Cañada Navarro, La Primilla, Los Borbones, Los Raigones y Saavedra.
De igual manera, las cooperativas La Unión y La Aurora fijaron dos turnos de visita, mientras que Bodegas Alvear y Bodegas Pérez Barquero apostaron, como novedad, por un horario más tardío, que dio comienzo a las 20.30 de la tarde.
Por la noche, el epicentro de la fiesta se trasladó al punto más alto de Montilla, donde se encuentra el castillo de El Gran Capitán. En ese emblemático lugar, que vio nacer a uno de los militares más insignes de la historia el 1 de septiembre de 1453, tuvo lugar el traspaso de poderes entre el capataz de honor saliente, el editor Manuel Pimentel, y la nueva embajadora de los vinos de la DOP Montilla-Moriles, la presidenta de la Diputación, María Luisa Ceballos.
"Para mí es todo un honor este nombramiento que va a reforzar aún más el empeño que, personalmente y desde la Diputación, tenemos en la promoción de unos caldos de calidad internacionalmente contrastada", declaró Ceballos horas antes del inicio del acto en el que recibió las llaves de la bodega de la Casa del Inca, que simbolizan la custodia de los vinos de la comarca vitivinícola cordobesa.
"No me tomo lo que significa este nombramiento con fecha de caducidad, como oficialmente está estipulado hasta la próxima vendimia, sino que el papel de embajadora lo ejerceré siempre, en nombre de todos los cordobeses, que se sienten orgullosos del esfuerzo y la dedicación que 17 municipios y más de 80 bodegas realizan para conseguir unos caldos competitivos en calidad", declaró la presidenta de la Diputación, quien hizo hincapié en que "los vinos de Montilla-Moriles son un puntal de la economía cordobesa; son generadores de empleo y riqueza, y nuestra obligación es la de fortalecer al sector".
María Luisa Ceballos insistió en la importancia de la promoción y subrayó que "desde el Consorcio Provincial de Desarrollo Económico pretendemos esforzarnos en apoyar la exportación y promoción en el exterior y, sobre todo, ayudar a que cada vez más bodegas se animen a vender su magnífico producto en estos mercados".
Durante el acto, que contó con la presencia del alcalde de Montilla, Federico Cabello de Alba, el periodista montillano José María Luque, corresponsal de Diario CORDOBA durante 26 años, fue investido Capataz de Campo de la Fiesta de la Vendimia, toda vez que el cargo de Capataz de Bodega recayó en Juan Bosco de Alvear y Zubiría, vicepresidente de las Bodegas Alvear, las más antiguas de Andalucía. Su distinción fue recogida por su sobrino, Luis Giménez Alvear.
REDACCIÓN / MONTILLA DIGITAL

















































