La Hermandad del Santísimo Cristo de la Juventud en su Presentación al Pueblo, Nuestra Madre María de Nazaret y San Juan Bosco ha vivido hoy una jornada histórica que quedará grabada en la retina de los cofrades montillanos. Haciendo suyos los postulados de San Juan Bosco, tan presente en el espíritu de esta corporación, sus hermanos han sido capaces de superar la adversidad meteorológica y poner en la calle un cortejo extraordinario que ha devuelto a las calles de la localidad las esencias de su Semana Santa.
La leve lluvia que caía sobre la plaza de La Rosa a las 19.00 de la tarde no ha sido suficiente para doblegar los ánimos de los hermanos de la Juventud que, en este año 2013, conmemoran las bodas de plata de su fundación. Han sido muchos meses de preparativos y de intenso trabajo que, al final, se han visto largamente recompensados.
Con diez minutos de retraso sobre el horario previsto, las puertas de la ermita de La Rosa se abrían para dar paso a una salida extraordinaria en la que la Familia Salesiana al completo se ha volcado con su hermandad más joven.
La Asociación de María Auxiliadora, la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor y la de la Entrada Triunfal en Jerusalén, así como el propio colegio o la Asociación de Antiguos Alumnos han formado formaron parte de un colorido cortejo en el que no han faltado las tradicionales mantillas ni esos niños a los que el fundador de los salesianos dedicó gran parte de sus desvelos.
A las 19.30 de la tarde aparecía bajo el dintel pétreo de La Rosa el Cristo de la Juventud, una exquisita talla del artista cordobés Miguel Ángel González Jurado, que salvó la puerta del templo mientras sonaba la Marcha Real interpretada por la Agrupación Musical La Unión de Montilla.
El paso, portado por costaleros y dirigido en esta ocasión por Juan José de la Torre, recorrió los primeros metros bajo los acordes de Y al tercer día y Virgen de las Angustias, dos marchas encadenadas que sirvieron de banda sonora a la maniobra que permitió situar frente al pequeño templo el característico trono dorado que cada Jueves Santo porta a Jesús Preso.
Y se hizo el día. Las nubes se abrieron casi por completo coincidiendo con la primera salida procesional de Nuestra Madre María de Nazaret, que resplandecía sobre el paso sin palio cedido para esta cita histórica por la hermandad del Prendimiento de Córdoba, la decana del Martes Santo, vinculada igualmente a la casa salesiana.
El incienso, las flores y los acordes de la Agrupación Musical Ecijana (Amueci) embargaban los sentidos de los centenares de montillanos que quisieron ser testigos de un acontecimiento histórico.
Tras la primera chicotá en la plaza de La Rosa –lugar que, hasta 2004, acogió la característica Presentación al Pueblo de esta cofradía-, el cortejo se dirigió por las calles José de los Ángeles y Gran Capitán hasta la recoleta vía de San Juan de Dios, donde se encuentra la casa-oratorio de San Juan de Ávila, patrono del clero secular español y Doctor de la Iglesia Universal, brindando así otro emotivo momento para los hermanos de esta cofradía.
Con todo, las nubes cumplieron su amenaza cuando ya se había cubierto más de la mitad del itinerario y la lluvia, aunque leve, obligaron a la hermandad a acortar el recorrido y regresar con más prisa de la deseada hasta la ermita de La Rosa.
La salida extraordinaria de la Juventud se vio precedida por la mañana de una colecta solidaria de alimentos no perecederos, productos de aseo y material escolar promovida por la propia hermandad, que animó al pueblo de Montilla a colaborar y a tener un gesto solidario en este día tan señalado para una corporación fundada en 1988 por un grupo de jóvenes salesianos que ha sido pionera en muchos aspectos de la Semana Santa local.
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Con diez minutos de retraso sobre el horario previsto, las puertas de la ermita de La Rosa se abrían para dar paso a una salida extraordinaria en la que la Familia Salesiana al completo se ha volcado con su hermandad más joven.
La Asociación de María Auxiliadora, la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor y la de la Entrada Triunfal en Jerusalén, así como el propio colegio o la Asociación de Antiguos Alumnos han formado formaron parte de un colorido cortejo en el que no han faltado las tradicionales mantillas ni esos niños a los que el fundador de los salesianos dedicó gran parte de sus desvelos.
A las 19.30 de la tarde aparecía bajo el dintel pétreo de La Rosa el Cristo de la Juventud, una exquisita talla del artista cordobés Miguel Ángel González Jurado, que salvó la puerta del templo mientras sonaba la Marcha Real interpretada por la Agrupación Musical La Unión de Montilla.
El paso, portado por costaleros y dirigido en esta ocasión por Juan José de la Torre, recorrió los primeros metros bajo los acordes de Y al tercer día y Virgen de las Angustias, dos marchas encadenadas que sirvieron de banda sonora a la maniobra que permitió situar frente al pequeño templo el característico trono dorado que cada Jueves Santo porta a Jesús Preso.
Y se hizo el día. Las nubes se abrieron casi por completo coincidiendo con la primera salida procesional de Nuestra Madre María de Nazaret, que resplandecía sobre el paso sin palio cedido para esta cita histórica por la hermandad del Prendimiento de Córdoba, la decana del Martes Santo, vinculada igualmente a la casa salesiana.
El incienso, las flores y los acordes de la Agrupación Musical Ecijana (Amueci) embargaban los sentidos de los centenares de montillanos que quisieron ser testigos de un acontecimiento histórico.
Tras la primera chicotá en la plaza de La Rosa –lugar que, hasta 2004, acogió la característica Presentación al Pueblo de esta cofradía-, el cortejo se dirigió por las calles José de los Ángeles y Gran Capitán hasta la recoleta vía de San Juan de Dios, donde se encuentra la casa-oratorio de San Juan de Ávila, patrono del clero secular español y Doctor de la Iglesia Universal, brindando así otro emotivo momento para los hermanos de esta cofradía.
Con todo, las nubes cumplieron su amenaza cuando ya se había cubierto más de la mitad del itinerario y la lluvia, aunque leve, obligaron a la hermandad a acortar el recorrido y regresar con más prisa de la deseada hasta la ermita de La Rosa.
La salida extraordinaria de la Juventud se vio precedida por la mañana de una colecta solidaria de alimentos no perecederos, productos de aseo y material escolar promovida por la propia hermandad, que animó al pueblo de Montilla a colaborar y a tener un gesto solidario en este día tan señalado para una corporación fundada en 1988 por un grupo de jóvenes salesianos que ha sido pionera en muchos aspectos de la Semana Santa local.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
