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El Partido Popular miente

Pese a que la campaña de las próximas elecciones municipales no ha comenzado todavía, los candidatos a la Alcaldía de Montilla comienzan a tomar posiciones y en algunas fuerzas políticas –también en algunos candidatos– comienza a palparse el nerviosismo que suele acompañar la celebración de comicios cada cuatro años.



Prueba de este desasosiego preelectoral es la desafortunada publicación que ha compartido el Partido Popular a través de Yo con Montilla, su comunidad de Facebook, en la que pretende acusar a este medio de "esconder" al alcalde, Federico Cabello de Alba, en la noticia en la que se daba cuenta de la inauguración de la exposición de retratos de parlamentarios que Lorenzo Marqués ofrece en el IES Inca Garcilaso y que inauguró el pasado lunes el presidente del Parlamento de Andalucía, Manuel Gracia.

El PP se pregunta en Facebook, en referencia al director de este periódico, Juan Pablo Bellido: "¿Por qué si es el mismo periodista que trabaja para el Diario Córdoba y Montilla Digital, este diario esconde al Alcalde? ¿No quiere mostrar que asistió? ¿O hace campaña por el PSOE?".

La acusación del Partido Popular, que sigue el tono de otros comentarios similares vertidos en los últimos años contra este periódico por parte de miembros del equipo de gobierno que encabeza Federico Cabello de Alba, vuelve a caer por su propio peso.



Y es que, a diferencia de la noticia publicada por Diario Córdoba sobre este mismo asunto que venía ilustrada por una única fotografía, la información que vio la luz en Montilla Digital contiene cuatro imágenes, en una de las cuales aparece, como no podía ser de otro modo, el alcalde de Montilla, junto con el resto de miembros de la Corporación Municipal que acompañaron al presidente Manuel Gracia durante su visita al IES Inca Garcilaso.

Por tanto, el Partido Popular yerra en su valoración de los hechos –no hay intención ni intento de Montilla Digital por esconder a nadie– y, además, miente deliberadamente –pues el alcalde aparece fotografiado junto al resto de miembros de la Corporación y al propio presidente del Parlamento andaluz–.

El Partido Popular también pasa por alto, probablemente por desconocimiento, que las fotografías que se tomaron en la biblioteca del instituto no fueron realizadas por este medio, sino por el servicio de Prensa del Parlamento andaluz, que posteriormente distribuyó varias imágenes a los medios de comunicación que las solicitaron, siendo diferentes las que se destinaron a Diario Córdoba y a Montilla Digital.

No obstante, ¿qué hubiera ocurrido de ser ciertas las acusaciones del Partido Popular? ¿Dispone un medio de comunicación de carácter privado de la libertad de escoger las imágenes que estime oportunas para ilustrar una información sobre una exposición de dibujos en la que el Ayuntamiento de Montilla no juega ningún papel organizativo o colaborativo?

Yendo más allá. ¿Está obligado este periódico, único medio de comunicación montillano que no recibe ni un solo euro de las arcas municipales, a sacar a Federico Cabello de Alba en todas las fotografías que publica? Y por último: ¿cree el Partido Popular de Montilla en la libertad de prensa?

Sea como fuere, los hechos distan mucho de ser como ha querido transmitir el Partido Popular de Montilla y las evidencias prueban que este periódico no ocultó al alcalde de Montilla durante su visita al IES Inca Garcilaso.

Por desgracia, este no es un episodio aislado ni banal. No es una opinión expresada de manera involuntaria y a la ligera, sino que parece formar parte de una estrategia que pasa por tratar de cuestionar la profesionalidad de un medio de comunicación que quizás no responde a las expectativas del propio Gobierno municipal.

En términos generales, el ataque a cualquier medio de comunicación constituye un acto injustificable por la degeneración que supone de los instrumentos y las formas democráticas y, por lo común, sólo vislumbra el interés del partido político de turno por contar con una opinión pública favorable, que se moldee con mentiras y con la difusión de valores o discursos proclives a través de medios controlados a base de prebendas. Esperemos que este no sea el caso.

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