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Mostrando las entradas etiquetadas como Vocalía indecorosa [J. Delgado-Chumilla]

Loving you crujiente

Te prometí cocinar. Después de tu día D en mi Normandía. Ha de ser hoy. Saca de la guantera las pistolas, quiero rebatirlo. Ayer la orquesta sonó bien, lo reconozco, ninguna caballería se podría haber medido con nosotros. No entiendes cómo algunas no exigen un presupuesto básico para la g…

Una bala perfecta

Lo peor que le pudo ocurrir fue morir en el encabezamiento. El escritor se sentía en prisión preventiva. Criaba consejos, dejó de contestar al teléfono. Se pasaba los días fotografiándose los purísimos genitales y matando pinzones con una escopeta de plomillos. "Necesito arrimo"…

Arriba España

Hubiera seguido a Robespierre hasta la muerte. La suya, claro. Fui marxista después de mi muerte, pimentón antes que vivo. Admiré a Felipe González cuando Isidoro tiraba a la canasta en el Bosque de Sherwood. Sin embargo, cuando cumplí dos años de edad, comuniqué insolentado a mi progenit…

Canción del último gato polar

Nuestro amor terminó cuando decidí hacer el testamento de la vaca. El testamento de quien no tiene más que un puñado de leches en la nevera. Ese fue nuestro final. Ahora tus fotos son aguas residuales y yo me dedico a combatir la noche ciega, me dedico a enterarme en qué mundo vivimos. Y…

La maravillosa fatalidad del señor Pitt

Cada invierno, en la ciudad, una tumba es destruída y desaparece. Y eso parecía el casco antiguo, una tumba "parriba", lentamente descojonándose de la risa de los pisos loqueros y los elefantes borrachos de la otra ciudad. Lo antiguo contra lo moderno, cuestión de gustos. …

Ya no sé amar sin anisakis

Me preguntaste: "¿A tí qué te la pone más dura?". En ese instante, contemplé en mi mente a los cocodrilos asomar sus Ray Ban en una película mala de chinos. El foso entre tú y yo se engrandecía con tu mirada de Sor Inés escrutándome. Yo, escuálido pero implacable, acerté a empuñ…

Levántate y anda, Soledad Donoso

Querida hija: Y hago y digo bien en llamarte así. Me arrogo ese derecho y esa obligación como padre ejerciente y sufridor, gladiador y payaso, ladrilloso y káiser en falso; como padre al que le duelen los hijos de los demás como si fueran los suyos. Como padre al que le gustaría proteger …

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