Príncipes de las letras: Inca Garcilaso y Góngora. Ese es el título de la exposición que ayer tarde abrió sus puertas en la Mezquita-Catedral de Córdoba y en la que la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque participa con varias ediciones príncipes de las obras más significativas de Gómez Suárez de Figueroa, considerado uno de los más grandes cronistas de América y uno de los mejores prosistas del renacimiento hispánico.
La inauguración contó con la presencia del alcalde de Montilla, Rafael Llamas, que estuvo acompañado por el bibliófilo Manuel Ruiz Luque; por el director de la Casa de las Aguas, José Antonio Cerezo; y por el el sacerdote montillano Antonio Llamas Vela, presbítero adscrito a la parroquia de la Inmaculada y San Alberto Magno y canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba.
"En un contexto como el actual, marcado por los conflictos y la deshumanización, volver a reivindicar una figura tan íntimamente ligada a Montilla debe servirnos como acicate para seguir trabajando por hermanar a todos y cada uno de los pueblos de nuestro entorno y que las diferencias no sean desigualdad sino enriquecimiento gracias a la suma de culturas", afirmó Rafael Llamas.
Por su parte, el delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Acalde, mostró su satisfacción por compartir con las instituciones organizadoras esta exposición, “donde se realzan las figuras de dos personajes universales intrínsecamente ligados a la historia de Córdoba, a través de un proyecto interesante y de gran alcance para nuestra ciudad”.
El delegado señaló que “son innumerables los testimonios, tanto documentales como bibliográficos, de la presencia del Inca y de Góngora, que se conservan en el Archivo y en la Biblioteca, gracias a los que ha sido posible reconstruir sus vidas y conocer la relación que se entabló entre ellos”.
De todos esos testimonios, los comisarios de la exposición –Luis Palacios, del Instituto Nauta, y Joaquín Roses, director de la Cátedra Góngora de la Universidad de Córdoba (UCO)– han elegido para formar parte de la muestra unas piezas singulares en las que ocupan un lugar de privilegio los fondos aportados por la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque.
De igual modo, se expone el protocolo notarial donde se recoge no solo el testamento y codicilos otorgados por el Inca Garcilaso poco antes de su muerte, sino también el inventario de bienes realizado después. Este inventario incluye la biblioteca que reunió en el transcurso de sus estudios e investigaciones, que refleja su amplia formación humanística.
Una figura universal
Al Inca Garcilaso de la Vega se le considera ejemplo de hermanamiento entre los pueblos y estandarte de la unión entre culturas por su reivindicación de la mezcla. Nacido en Perú, hijo del capitán español Santiago Garcilaso de la Vega y de una princesa inca, su importancia radica en su origen mestizo, que reivindicó con orgullo.
Su prosa está considerada cumbre de la lengua castellana y referente en la tradición literaria latinoamericana. A los 21 años se trasladó a España en busca de sus raíces familiares frecuentando los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba, donde estudió a los poetas clásicos y renacentistas. Su título más célebre fue Los Comentarios Reales (1609), una mezcla de autobiografía, reivindicación de su linaje y relato histórico de la conquista.
La inauguración contó con la presencia del alcalde de Montilla, Rafael Llamas, que estuvo acompañado por el bibliófilo Manuel Ruiz Luque; por el director de la Casa de las Aguas, José Antonio Cerezo; y por el el sacerdote montillano Antonio Llamas Vela, presbítero adscrito a la parroquia de la Inmaculada y San Alberto Magno y canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba.
"En un contexto como el actual, marcado por los conflictos y la deshumanización, volver a reivindicar una figura tan íntimamente ligada a Montilla debe servirnos como acicate para seguir trabajando por hermanar a todos y cada uno de los pueblos de nuestro entorno y que las diferencias no sean desigualdad sino enriquecimiento gracias a la suma de culturas", afirmó Rafael Llamas.
Por su parte, el delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Acalde, mostró su satisfacción por compartir con las instituciones organizadoras esta exposición, “donde se realzan las figuras de dos personajes universales intrínsecamente ligados a la historia de Córdoba, a través de un proyecto interesante y de gran alcance para nuestra ciudad”.
El delegado señaló que “son innumerables los testimonios, tanto documentales como bibliográficos, de la presencia del Inca y de Góngora, que se conservan en el Archivo y en la Biblioteca, gracias a los que ha sido posible reconstruir sus vidas y conocer la relación que se entabló entre ellos”.
De todos esos testimonios, los comisarios de la exposición –Luis Palacios, del Instituto Nauta, y Joaquín Roses, director de la Cátedra Góngora de la Universidad de Córdoba (UCO)– han elegido para formar parte de la muestra unas piezas singulares en las que ocupan un lugar de privilegio los fondos aportados por la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque.
De igual modo, se expone el protocolo notarial donde se recoge no solo el testamento y codicilos otorgados por el Inca Garcilaso poco antes de su muerte, sino también el inventario de bienes realizado después. Este inventario incluye la biblioteca que reunió en el transcurso de sus estudios e investigaciones, que refleja su amplia formación humanística.
Una figura universal
Al Inca Garcilaso de la Vega se le considera ejemplo de hermanamiento entre los pueblos y estandarte de la unión entre culturas por su reivindicación de la mezcla. Nacido en Perú, hijo del capitán español Santiago Garcilaso de la Vega y de una princesa inca, su importancia radica en su origen mestizo, que reivindicó con orgullo.
Su prosa está considerada cumbre de la lengua castellana y referente en la tradición literaria latinoamericana. A los 21 años se trasladó a España en busca de sus raíces familiares frecuentando los círculos humanísticos de Sevilla, Montilla y Córdoba, donde estudió a los poetas clásicos y renacentistas. Su título más célebre fue Los Comentarios Reales (1609), una mezcla de autobiografía, reivindicación de su linaje y relato histórico de la conquista.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
